Crónicas de Excidium
viernes, 13 de junio de 2014
martes, 17 de diciembre de 2013
Crónicas de Excidium - Escapando del mundo real
…Desperté en una casa en la que nunca había estado antes, tumbada sobre una cama, estaba confusa y desorientada, lo último que recuerdo es que corría, y que caí al tropezar con algo. Miré a mi alrededor, algo no estaba bien, mi ropa no era la misma que llevaba antes de caer, ni siquiera coincidía con la época actual, mi pelo era más largo, ahora me llegaba un poco más abajo de la cintura, y llevaba unas pulseras que no recuerdo que fueran mías, y parecían joyas caras. Me levanté de la cama, a ver si había alguien más allí, me dolía la cabeza y me mareé un poco al levantarme, así que me tuve que tumbar de nuevo. En ese momento entró alguien en la habitación.
-Vaya, por fin despertaste, me tenías preocupado-dijo él, yo lo miré y quedé sorprendida al descubrir de quien se trataba, era un elfo oscuro. Cada vez estaba más confundida, no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo y empecé a asustarme-
-¿Quién eres? –pregunté con voz temblorosa-
-Mi nombre es Alisteir-respondió, con una amable sonrisa. Traté de levantarme de nuevo, pero él me lo impidió- No te levantes, Cassandra, te diste un buen golpe en la cabeza, quédate en la cama un rato-lo miré con los ojos muy abiertos, conocía mi nombre, y no recordaba habérselo dicho…-
-¡¿Cómo sabes mi nombre?!-pregunté, a punto de perder la paciencia, la situación me había desconcertado por completo- Oye, no te conozco de nada, no sé cómo he llegado hasta aquí, no sé por qué estoy vestida así, ni por qué llevo éstas joyas tan caras, así que explícamelo todo, por favor…
-Todo el mundo sabe tu nombre, es lo que tiene ser una princesa.
-¿Princesa? No…Estás equivocado, yo no soy una princesa, sólo soy una escritora.
-Sí, sí que lo eres, lo que pasa es que ahora mismo debes estar un poco confusa, por el golpe, pero te lo explicaré todo.
Yo estaba en el bosque recogiendo leña, cuando derrepente te vi a lo lejos. Corrías como si quisieras escapar de algo, como si huyeras. –cuando dijo eso me quedé pensativa: “Escapar…escapar de la cruel realidad en la que estaba atrapada…huir del mundo real….”-
-Sí…Es cierto…Yo…Quería escapar-dije, casi en un susurro, pensando que él no me había oído, pero los elfos oyen perfectamente- por favor, continúa, ¿Qué ocurrió después?-él respondió-
-…Entonces recordé algo, hoy se celebraba en tu palacio una fiesta para anunciar que próximamente te casarías con el hijo de un rey de una ciudad de aquí cerca, tu madre y el padre del que iba a ser tu marido lo habían planeado todo, pero había rumores de que tú no estabas de acuerdo con esa boda, y cuando te vi corriendo de esa forma, perdida por el bosque, entendí que esos rumores eran ciertos y que habías escapado de tu palacio, justo el día de la fiesta.
Me iba a acercar a preguntarte si te habías perdido, pero en ese momento tropezaste con algo y caíste, te golpeaste con un árbol y quedaste inconsciente. Entonces corrí hacia allí, y traté de despertarte con cuidado, pero no reaccionabas, y me di cuenta de que tenías una herida en la
cabeza, no era grave, pero sangrabas, así que te cogí en brazos , te traje aquí y curé tu herida. Y así fue como llegaste hasta aquí. Pero no te preocupes, no te voy a llevar de vuelta al palacio, puedes quedarte el tiempo que quieras.- En ese momento lo entendí todo, había sucedido eso que tanto deseaba, había escapado del mundo real, y me había convertido en un personaje de mi propia historia, casualmente en mi alter-ego, pues su personalidad era totalmente contraria a la mía, una chica dulce y cariñosa, la otra parte de mí, que solía ocultar en el mundo real bajo la máscara de una chica dura y con mal carácter a veces, pero ya no tenía que seguir fingiendo, aquí podía ser yo misma, así que sonreí, miré a Alisteir, y le dije –
-Sí, ahora lo recuerdo…lo recuerdo todo, yo quería escapar, por eso estoy aquí…
-Vaya, por fin despertaste, me tenías preocupado-dijo él, yo lo miré y quedé sorprendida al descubrir de quien se trataba, era un elfo oscuro. Cada vez estaba más confundida, no entendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo y empecé a asustarme-
-¿Quién eres? –pregunté con voz temblorosa-
-Mi nombre es Alisteir-respondió, con una amable sonrisa. Traté de levantarme de nuevo, pero él me lo impidió- No te levantes, Cassandra, te diste un buen golpe en la cabeza, quédate en la cama un rato-lo miré con los ojos muy abiertos, conocía mi nombre, y no recordaba habérselo dicho…-
-¡¿Cómo sabes mi nombre?!-pregunté, a punto de perder la paciencia, la situación me había desconcertado por completo- Oye, no te conozco de nada, no sé cómo he llegado hasta aquí, no sé por qué estoy vestida así, ni por qué llevo éstas joyas tan caras, así que explícamelo todo, por favor…
-Todo el mundo sabe tu nombre, es lo que tiene ser una princesa.
-¿Princesa? No…Estás equivocado, yo no soy una princesa, sólo soy una escritora.
-Sí, sí que lo eres, lo que pasa es que ahora mismo debes estar un poco confusa, por el golpe, pero te lo explicaré todo.
Yo estaba en el bosque recogiendo leña, cuando derrepente te vi a lo lejos. Corrías como si quisieras escapar de algo, como si huyeras. –cuando dijo eso me quedé pensativa: “Escapar…escapar de la cruel realidad en la que estaba atrapada…huir del mundo real….”-
-Sí…Es cierto…Yo…Quería escapar-dije, casi en un susurro, pensando que él no me había oído, pero los elfos oyen perfectamente- por favor, continúa, ¿Qué ocurrió después?-él respondió-
-…Entonces recordé algo, hoy se celebraba en tu palacio una fiesta para anunciar que próximamente te casarías con el hijo de un rey de una ciudad de aquí cerca, tu madre y el padre del que iba a ser tu marido lo habían planeado todo, pero había rumores de que tú no estabas de acuerdo con esa boda, y cuando te vi corriendo de esa forma, perdida por el bosque, entendí que esos rumores eran ciertos y que habías escapado de tu palacio, justo el día de la fiesta.
Me iba a acercar a preguntarte si te habías perdido, pero en ese momento tropezaste con algo y caíste, te golpeaste con un árbol y quedaste inconsciente. Entonces corrí hacia allí, y traté de despertarte con cuidado, pero no reaccionabas, y me di cuenta de que tenías una herida en la
cabeza, no era grave, pero sangrabas, así que te cogí en brazos , te traje aquí y curé tu herida. Y así fue como llegaste hasta aquí. Pero no te preocupes, no te voy a llevar de vuelta al palacio, puedes quedarte el tiempo que quieras.- En ese momento lo entendí todo, había sucedido eso que tanto deseaba, había escapado del mundo real, y me había convertido en un personaje de mi propia historia, casualmente en mi alter-ego, pues su personalidad era totalmente contraria a la mía, una chica dulce y cariñosa, la otra parte de mí, que solía ocultar en el mundo real bajo la máscara de una chica dura y con mal carácter a veces, pero ya no tenía que seguir fingiendo, aquí podía ser yo misma, así que sonreí, miré a Alisteir, y le dije –
-Sí, ahora lo recuerdo…lo recuerdo todo, yo quería escapar, por eso estoy aquí…
martes, 26 de noviembre de 2013
Crónicas de Excidium - Sélith y Cassandra
…El cielo estaba precioso esa noche. Nos tumbamos en la
hierba para contemplar las estrellas juntos, que brillaban como nunca, me
llamaron la atención especialmente dos de ellas, que tenían un brillo azulado
muy bonito. Sélith tomó mi mano,
entrelazamos nuestros dedos y le dije :
-Es la primera vez que veo a una estrella brillar de la
forma que brillan esas dos…-él respondió con tristeza-
-Cuenta la leyenda…que el rey Orión las creó en honor a su
esposa y a su hijo, que murieron en un incendio.
-Vaya, es una historia muy triste…- besé sus labios y con la
voz entrecortada le dije -Estoy lista, quiero ser tuya- él me miró, acarició mi
rostro apartándome el pelo de la cara y preguntó-
-¿Estás segura?
-Sí- respondí- Nunca antes había estado tan segura de algo
como ahora-
Entonces me abrazó, yo estaba nerviosa y los latidos de mi
corazón se aceleraban, pero lo deseaba, necesitaba estar entre sus brazos, acariciar
su piel, besar sus labios, sentirme amada, entregárselo todo, absolutamente
todo.
Al principio tuve miedo, pero él me acariciaba con tanta
ternura, como queriéndome proteger, me besó el cuello y me susurró al oído :
-No tengas miedo, mi vida, no te haré daño, te trataré como
la princesa que eres-
Al oir esas palabras dos lágrimas de emoción brotaron de mis
ojos, cayendo por mis mejillas, y me dejé llevar por él.
Fue tan sincera su mirada, tan tiernas sus palabras, tan
suaves sus caricias y tan dulces sus besos, que si en algún momento sentí
dolor, yo no me di cuenta, y me aferré a él, besándolo con pasión, hundiendo
mis dedos en su sedoso cabello negro, bajé las manos por su espalda, acariciando
su suave piel, hasta llegar abajo del todo, y entonces le hice tocar el cielo,
él también me lo entregó todo, por un momento el tiempo se detuvo para
nosotros, nos olvidamos del resto del mundo, sólo existíamos él y yo, desnudos,
sin nada que ocultar, amándonos bajo la luz de la luna…
lunes, 18 de noviembre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
Crónicas de Excidium, cap 1 : Origen
Ésto es parte del primer capítulo de mi historia, aún tiene algunos fallos que iré puliendo poco a poco, pero espero que os guste ;)
Más allá de nuestro mundo, más allá de nuestros sueños, allí
donde la magia existe, donde lo imposible es posible, hay un lugar llamado
Excidium, gobernado por los guardianes elementales. Inuus, guardián del
elemento Tierra; Lyra, guardiana del elemento Aire; Gloth guardián del elemento
Agua y Fira, guardiana del elemento Fuego, quienes junto a Orión, el rey elfo
guardián de la Luz
y Xakur, el rey elfo guardián de la Oscuridad , se encargaban de que el mundo
estuviera equilibrado. Cada uno poseía un talismán elemental que le otorgaba el
poder de controlar su elemento. Vivían pacíficamente y en total armonía. Hasta
que un día, alguien decidió destruir esa paz…y Excidium fue envenenado por un
gran odio…
El origen de ésta historia comienza una mañana de primavera
en los bosques de la ciudad élfica Feri-Thôr. El brillante sol de dorados
destellos se reflejaba en las aguas cristalinas de aquel lago, el rey elfo
Xakur estaba sentado sobre la verde hierba llena de flores, junto a su amada esposa,
Eira, una elfa oscura, de piel grisácea, dos grandes ojos de color ámbar,
relucientes como estrellas y cabello blanco como la nieve y suave como el
algodón. Ambos reían, se les veía felices, Eira acababa de darle la gran
noticia a su esposo, pronto tendrían a su primer hijo.
Los meses pasaron y de ese amor prohibido nació Arkus, un
elfo mestizo, mitad elfo y mitad elfo oscuro.El color de su cabello llamaba la
atención, pues era violeta como la amatista, en su rostro relucían unos ojos de un intenso color esmeralda, iguales a los de su padre, su piel era
entre blanca y grisácea, más clara que el resto de los elfos oscuros.
Eira tomó al pequeño Arkus entre sus brazos, miró a su
esposo y con los ojos brillantes por las lágrimas de emoción le dijo –Tiene tu
misma mirada ¿No es precioso?- Xakur miró al bebé con una gran sonrisa y
respondió- Sí, tal como lo imaginaba…- El príncipe Marduk, hermano menor del
rey Xakur, quien nunca estuvo de acuerdo con la unión de su hermano con una
elfa oscura por considerar a ésta raza inferior a otros elfos, les observaba desde la puerta, entró
aplaudiendo y dijo en tono irónico – Una escenita realmente conmovedora, casi
me hacéis llorar…- se acercó al pequeño y lo miró- vaya, ¿Es éste tu hijo,
Xakur? Precioso engendro, será un honor para nuestra raza, no podía esperar
menos de ti, querido hermano-Xakur miró a su hermano enfurecido y respondió-
¡Ya basta de ofensas! ¡Lárgate de aquí!- Marduk soltó una risa sarcástica y
dijo – Está bien, ya me voy…-y salió de la habitación, dirigiéndose a una sala
del palacio donde se dedicaba a su gran afición, la magia negra, y pensó :
“Algún día todo ésto será mío…”
Unos años más tarde, cegado por la envidia que le tenía a su
hermano y por el odio que le tenía a Eira, los asesinó, ocupando el trono de su
hermano y haciéndose con el poder.
Arkus, al encontrar a sus padres muertos, tomó el talismán y
la espada de su padre, lleno de rabia y rencor, y frente a sus cadáveres juró
vengarse de su tío algún día. Marduk abandonó a Arkus a su suerte en una ciudad
humana, a los ocho años de edad, para evitar que un día le reclamara lo que le
pertenecía, ya que era el único heredero.
En esa ciudad humana recibió insultos y desprecio por parte
de los humanos, su odio fue creciendo cada vez más y sus deseos de venganza
eran cada vez más grandes.
Arkus aprendió a manejar la magia negra, haciéndose cada vez
más poderoso, y cuando alcanzó los veinte años de edad, sometió a una ciudad de
elfos oscuros llamada Gorthâr, matando a
su rey para ocupar el trono y hacerse con el poder, más tarde, decidió buscar a
los guardianes elementales, quienes habían vivido pacíficamente durante todo
ese tiempo, con la intención de
enfrentarlos, arrebatarles los talismanes elementales y hacerse con el poder de
todos los elementos, sólo así sería lo suficientemente poderoso para enfrentar
a su tío Marduk y derrotarle, pues éste era un poderoso brujo, para vengar la
muerte de sus padres y recuperar todo lo que le pertenecía.
Inició una guerra contra una importante ciudad elfica,
llamada Isil-Garith, gobernada por Orión, el guardián de la Luz, donde sembró
el caos , y en la que se enfrentaron elfos de luz y elfos oscuros.
Arkus, al ver que su bando estaba a punto de ser derrotado,
manipuló a un dragón y lo envió a Isil-Garith. El dragón lanzó grandes
llamaradas, prendiendo fuego a la ciudad, que quedó totalmente calcinada, y las
casas, que un día fueron de mármol blanco, ahora eran de color negro y
convertidas en carbón. Había cadáveres por todas partes, entre ellos el de la
joven esposa del rey elfo. Tan grande fue la rabia y tristeza de Orión al
enterarse de la muerte de su esposa y del hijo que ésta esperaba, que comenzó a
tocar una triste melodía con su arpa, haciendo que el brillante sol se apagara,
provocando un eclipse que duró tres días y cuatro noches, y creó dos estrellas,
una en honor a su esposa y otra en honor a su hijo, para mantener vivo su
recuerdo. Relucían con un hermoso brillo
azulado en la oscuridad del cielo nocturno. Luego ordenó a sus mejores
guerreros acabar con el dragón, que había convertido la hermosa ciudad en el
mismísimo infierno.
Fue entonces cuando un joven elfo llamado Näim, enfrentó al
dragón con gran valentía, y tras una dura batalla consiguió derrotarlo,
convirtiéndose en el mejor guerrero al servicio del rey Orión.
Näim alcanzó gran fama, y fue envidiado por el resto de los
elfos, tan grande fue la envidia que le tenían, que un día le tendieron una
trampa, acusándolo así de un asesinato que no cometió, y tras haber sido
insultado, humillado y expulsado de la ciudad élfica, fue a vivir al bosque.
A pesar de todo, Arkus no consiguió ganar ésa batalla, pero
todo eso no fue más que el principio de lo que él estaba dispuesto a hacer….no
se rendiría tan fácilmente…
Continuará...
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